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¿POR QUÉ NO TIENES LA RELACIÓN QUE DESEAS?

Frederick Guttmann R.


El ego te hace pensar que todos tus problemas proceden de lo que hay en tu exterior. Si tu economía va mal, es culpa de los políticos; si tus relaciones van mal, la culpa es del otro; si tu vida va mal, la culpa es de tus padres; si el mundo es injusto, la culpa es de Dios; si estás enfermo, la culpa es de los virus o las bacterias; si te tratan mal, la culpa es de la gente. Todos estos razonamientos son falsos, pues lo que te ocurre lo produces tú. Todo lo generas desde tu mente, a través de tus emociones, pensamientos y acciones termina por manifestarse en el plano fenoménico, de lo perceptible. Deseas tener relaciones duraderas, encontrar una persona que te agrade, te sea fiel, te respete, te quiera, etc., pero, por el contrario, parece que siempre llegan a ti el mismo tipo de individuos tóxicos, dependientes, celosos, infieles, maltratadores, controladores, desatentos, dejados o irresponsables, etc. Si entiendes los principios de la Ley de Atracción, comprenderás que tú simplemente estás atrayendo aquellas personas, cosas y circunstancias que vibran en la misma resonancia que tú, porque “los iguales se atraen”. Te explicaré algunas cosas importantes que has de conocer para mejorar tus relaciones.



1. Falta de valorización.


Cuando no te valoras, atraes personas que no te valoran. Y valorarse no es ser obstinado, arrogante, grosero, altanero o cosas semejantes, que a veces se suelen confundir con “tener personalidad”. Ni siquiera es “tener carácter”, porque estás ocultando inseguridades como el perrito diminuto que siempre ladra a todo lo que se mueve y es el primero en morder. Cuando crees en ti tienes paz interior, y vez a los demás con esa paz. No ves ni sientes que haya ninguna amenaza. Cuando criticas a los demás, a ti te criticas, porque a nivel cuántico los demás no son otra cosa que un reflejo de tu ser interior. Entonces, no te valoras porque no vez el valor que tienes y/o no te das valor, o no creas valor en lo que a tu ser respecta. ¿Qué es crear valor? A todo le damos un valor, un precio. Dependiendo de su calidad, el valor establecido será mayor. Puedes fingir que eres algo que no eres, o convertirte en la mejor versión de ti mismo. Cuando te lo crees, estás más cerca de valorarte, porque te reconoces. Todo emana de la conciencia del amor propio, que es el cuidarte y respetarte, de ver tus virtudes, tal como vez tus defectos. No está mal que reconozcas tus defectos, si es para corregirlos y superarte a ti mismo, pero no es útil si es para maltratarte psicológica y emocionalmente.


2. Falta de dominio propio.


Nunca te enseñaron a gestionar tus emociones, al menos no de la manera adecuada. Puede que de niño te reprimieran emociones, expresiones, palabras, desplazarte a lugares, relacionarte con determinadas personas, ver ciertas cosas. Si bien, esto pudo curtir algo tu autocontrol, pero te llenó de frustración. Eso solo conlleva a que en algún momento explotes y reniegues de quien te privó y hagas lo contrario a lo que te obligaron. Gestionar las emociones es la base de la salud mental y física, y de los sucesos que ocurren en tu vida, porque propagas las ondas de frecuencia de tus emociones, y eso lo haces aun con mayor intensidad que las ondas de tus pensamientos. Respirar profundo (a), meditar (b), caminar (c) y mantener una paz interior (d) son las bases del dominio propio. Con la velocidad con que respondes a algo es la velocidad con la que te puedes meter en un problema, porque no das tiempo a procesar la experiencia y tomar una decisión sabia. Eso lo verás a la hora de conocer a alguien o interactuar con esa persona. Te dejarás llevar por tus emociones, por tus vacíos internos, tus necesidades y tus programas mentales, y posteriormente te decepcionarás del resultado al que llevó esto. Entonces no culpes a la otra persona, porque no viste con los “ojos espirituales”, y no reconociste que lo que veías y experimentabas eran tus propios patrones internos. Es como si tú mismo te pusieses una trampa y tú mismo cayeses en ella. No te apresures a estar con alguien, y no creas a esa voz interior que te dice que si no hace algo, otro, u otra, se te adelantará, o perderás esa oportunidad, o se irá, o creerá que no hay interés de tu parte. Esa voz no es tu conciencia, sino tu ego. Si algo es para ti, vendrá a ti; si algo vibra en tu misma frecuencia será magnetizado hacia ti. En consecuencia, no hay lugar para el miedo ni la incertidumbre o la duda.


3. No tienes las ideas claras.


Crees que sabes lo que quieres en la vida, en las relaciones, pero no es cierto. Lo que pretendes son arquetipos basados en la escasez, la inseguridad, tus vacíos emocionales, tus resentimientos, tus frustraciones, tus expectativas, tus idealizaciones, tus miedos, etc. Quieres alguien así, o asá, según algo programado en tu interior desde a) tu infancia, b) fuertes shocks que tuviste en algún momento, c) enlaces emocionales fuertes de vidas anteriores. Desde que tu cuerpo era un embrión en el vientre de tu madre, recibías descargas a través de la placenta y el cordón umbilical, de todas las emociones de tu madre. Si sumas el cúmulo de esas improntas a lo largo de tu encarnación actual, verás que tus preferencias y demandas son el resultado de esta sumatoria. Una cosa es que algo sea de tu preferencia, y otra, muy diferente, cuando esto es obsesivo o prioritario. Entonces hay una carencia. Crees que sabes lo que quieres, sin embargo, en realidad es conocerte a ti mismo lo único real. Lo demás viene por añadidura, toda vez que es lo ideal que magnetices hacia ti cuando tu ser interior se ha equilibrado. De esta manera vendrá lo equilibrado, que es lo que afina con lo que en realidad has de ser: un ser equilibrado.


4. No eres justo.


Tienes expectativas que no se corresponden con lo que eres. Si eres una higuera, sigues un vínculo con las demás higueras. Si eres un delfín, estás conectado en una red de conciencia con los demás delfines. Pero, si tú eres un ciervo, y deseas para ti un elefante como compañero, hay algo que no va bien. Un ejemplo puede ser el hombre gordito y bajito que pone posters de mujeres atractivas en tu taller, y ansía fuertemente una mujer así en su vida. Si no se sabotea en su interior con la idea de lo imposible, ciertamente esto lo más probable es que terminará llegando a su vida, mas al no haber coherencia – porque no puede engañarse a sí mismo -, esta mujer le sacará dinero, le será infiel y lo tratará de forma mísera. Es positivo aspirar a cosas grandes, pero hemos de ser grandes asimismo para estar en la misma frecuencia. Si deseas algo mayor a ti, conviértete en eso que está a esa altura. Gastarás menos energía siendo lo que deseas ser, que tratando de cambiar el mundo. Si anhelas un auto nivel 45, conviértete en un ser nivel 45, o superior. Por Ley de Atracción no tendrás ni que matarte por conseguir ese auto, porque vibrará en la misma resonancia que tu. Podrás ir ahorrando, sin ansiedad, y el resto lo hará el universo.



En el ejemplo del mecánico, gran parte de su idealización procede del hecho de que otro (la mujer que desea) representa lo que él no quiere hacer consigo mismo, o por él mismo. Se engaña con la idea auto aceptación, cuando en realidad es que le parece más fácil soñar que luchar por mejorar. Es bueno soñar, pero también luchar. Cuando idealizas a la persona perfecta, en realidad te estás imaginando a ti mismo, porque eso es lo que tú quisieras ser: perfecto. No quieres hacer el esfuerzo, y quieres que esa idea que deseas de pareja rellene los huecos que en realidad tu posees, sea en el auto estima, en el físico, en carencias económicas, en vacíos afectivos, en ausencia maternal o paternal (pues muchas mujeres buscan en un hombre la carencia que tuvieron de su padre, u hombres buscan en mujeres la carencia que tuvieron de su madre, y no solo afectiva, sino al contrario: si tu padre te maltrataba o era infiel a tu madre, tu repites ese patrón con tus parejas; o si tu madre era sumisa, no te sorprende que tu pareja lo sea, pero admirarás a una mujer temperamental), etc.


5. Ideas erradas sobre las relaciones.


Tu subconsciente viene programado con lo que se te fue inculcando desde niño en lo que concierne a todo, incluyendo las relaciones. Los aspectos emocionales, como querer dar a tu hijo regalos porque no puedes darle tiempo, o dar demasiado afecto porque temes que te abandone o porque aplicas en él tu falta de afecto, o aceptar infidelidades porque así era tu madre con tu padre, etc., son la parte de los programas recibidos, pero otra son las basadas en creencias: lo que das por sentado, o asumes que es así. La sociedad tenía una idea de lo que era una pareja hace miles de años, lo cual fue cambiando en los últimos siglos, y ha pasado a no tener relación alguna con ello en esta generación actual. Gracias a programas como MK-Ultra/Monarca (en las industrias del cine y la música) o Sedgwick, el movimiento feminista, pro-aborto, el LGTBI, la programación infantil Disney, y otros proyectos de educación y propaganda illuminati, se ha insensibilizado a la sociedad desde su juventud, para dividir a las personas y llevar a las relaciones al fracaso, desde antes siquiera de haberlas iniciado. La conceptualización que se ha inculcado en las personas, respecto de las relaciones personales, dista mucho de compaginar con su realidad psíquica, espiritual, emocional y energética. Se desnaturaliza a los individuos, y, por ende, no encajan entre ellos. Por esta razón, es más natural y “lógico” para la gente de casi todo el mundo, hoy en día, tener relaciones sexuales íntimas con alguien de manera esporádica, tras “conocerse” en una noche o sin pensar en ningún tipo de compromiso a mediano o largo plazo - mayormente -. No saben qué es la sexualidad, qué representa su sexualidad concreta (género), no saben lo que es el matrimonio, no saben para qué tienen hijos. Técnicamente la mayoría solo quiere alguien que llene sus vacíos, o esté disponible para cuando tenga deseo sexual.


6. Preconceptos religiosos.


La idealización que las religiones predominantes han establecido son casi igual de dañinas, y sólo se comparan a las que pueden devenir de los estándares impuestos en una familia (como ocurre con la burguesía u otros hogares idealistas). Aunque en su núcleo la idea del matrimonio “cristiano” tiene una buena intención en sí, no se ajusta a la realidad, y técnicamente sataniza la sexualidad, en una concepción de relación amor-odio (para lo que ellos asumen, esto es malo, y para lo que ellos asumen, esto es bueno). Dicha laguna se presta para destruir gran parte de aquellas relaciones cuando aparecen elementos habituales hoy como la pornografía, o incluso la “liberalidad”. Es importante comprender que toda alma es andrógina, posee lo masculino y lo femenino, mas en un cuerpo programado genéticamente para un solo sexo, únicamente se encarnará masculino o femenino. De la misma manera, debe comprenderse que el placer sexual y los órganos relacionados están conectados con los centros de energía del ser, que son el enlace del cuerpo con la mente y el espíritu. Justamente, los 7 centros de energía inician en el área sexual y finalizan en el “ojo del espíritu”, en la glándula pineal, siendo la energía sexual el motor más fuerte e inicial de todos los centros de energía de la conciencia.


7. Esperas recibir, no dar.


Dependiendo de la educación recibida, pudiendo haber una sobre-estimulación del patrón femenino en una mujer, o del masculino en un hombre, la mujer tenderá a dar más de lo que debería, o el hombre a dominar más de lo que debería – o viceversa -. Por la misma regla, la mujer puede ser influida en su crecimiento por la sobre-estimulación del patrón masculino, y resultarle difícil entenderse con otras mujeres, o un hombre ocurrirle con su parte femenina, debido al exceso de atención por parte de su madre, y carecer de la energía masculina que una mujer desearía de él. Algo semejante tiene lugar cuando la persona ha recibido mucha atención por parte de un progenitor, y, si es el padre, ella tendrá expectativas muy altas de un hombre para ser cumplidas, y si es la madre, el hombre esperará una mujer que supere las expectativas que tiene de la imagen materna. Cuando hay carencia del padre, la mujer busca un hombre que lo reemplace, aunque le maltrate o le sea infiel, y si hay carencia de madre, se buscará a una mujer, aunque le humille o le maltrate psicológica y emocionalmente. La dependencia y la infidelidad están directamente conectadas con esto, independientemente de otros valores, como el karma o la Ley de Atracción. Las mentes se complementan, ya que por eso tenemos, unos cuerpos machos y otros, cuerpo hembra, del mismo modo hay una ley de compensación, para crear un equilibrio. Uno que haga más en un área de una relación quitará conciencia al otro de su “responsabilidad” en el balance; si uno hace menos, el otro hará más, para cubrir esa carencia. Si estás educado en dar más de lo justo, el otro responderá no valorando. Si te educaron a dar poco, el otro responderá reclamando egoísmo. Al final todo evoca en lo mismo: equilíbrate tu antes de pretender iniciar una relación, y sana tus propios programas internos.


8. La idea errada del amor.


Así como todos traen sus programas errados a donde quiera que van, y los plasman en sus hijos, los botan en su relación o los manifiestan en sus interacciones sociales e interpersonales, del mismo modo la idea equivocada sobre el amor hace gran parte en el fracaso de las relaciones. Según los antiguos griegos, había 3 formas de amor, que era el amor afectivo o fraternal, el amor excelso o espiritual, y el amor pasional o erótico. Si bien, aunque pertenecen al amor, no son el amor per se. A pesar de que haya muchos tipos de flores, la flor, en sí, es un arquetipo elemental, y de ella se desprenden las variedades de flores. El amor parte de la conciencia, del entendimiento de que todos somos uno, sea entre congéneres como en cualquier otra cosa, desde la energía, el aire, los átomos, las rocas, las plantas, las estrellas o el mar. El amor es comprender la buena intención que hay detrás del destino y el guión del universo. Entender esto, es el amor real, y de ahí vienen los sentimientos auténticos de amor. Lo que de esta verdad absoluta no procede, empero de mal procede.


9. No forjas una relación interpersonal previa.


En el interior de tu ser es algo habitual que te guste alguien y desees tener relaciones sexuales directas con esa persona - mayormente desde la mente masculina - o que desees sentir un amor profundo por esa persona, pero sin dar al tiempo los plazos necesarios para forjar dichos sentimientos correctos. Hay quienes creen que una relación no puede derivar de una amistad, cuando en realidad, las dos cosas no deberían estar separadas. La amistad es amor. Distinto es que no tengas deseos sexuales o sientas atracción hacia todas las personas que consideras amigos, o hacia tus familiares. Es más, puede atraerte alguien físicamente, pero ver más allá del cuerpo y no encontrar nada de tu interés. No obstante, todo esto requiere tiempo, y así como esperas que algo dure, debes iniciar dando durabilidad a un proceso de introducción (eso es lo que se denominaba “noviazgo”). Es en la transición entre verse por primera vez y decidir tener relaciones sexuales y/o irse a vivir juntos, donde se halla la parte esencial del conocimiento que adquieres respecto de la otra persona. Ahí puedes ir observando el aflorar de los defectos, el desgaste de la fachada de las apariencias iniciales, el temperamento, los programas personales, las cosas en común, aquello en lo que discrepan, y determinar si es productivo seguir adelante. En ese proceso encuentras el valor de la otra persona, e incluso pueden establecer pautas antes de dar el siguiente paso.


10. Crees que luego corregirá los defectos.


Hay gente que busca casarse pensando que así mejorarían los problemas de pareja, que con el matrimonio atan definitivamente a la otra persona, y lo mismos con los hijos, donde, asumiendo que teniéndolos consolidan la relación o estos servirán para unirlos más. La gran mayoría ve los problemas de la relación antes de que se pongan feas las cosas, y con todo los ignoran. A pesar de ello dan el paso. Es hermoso tener fe y confiar en que el otro se superará y mejorará, mas si se es objetivo y coherente: si no realizas las terapias necesarias eso podría no ocurrir a corto o mediano plazo. En términos de “eternidad”, todos evolucionamos, mas si deseamos ver cambios a corto plazo hemos de realizar las dinámicas y mecánicas acordes a cada situación, con el fin de lograr esos objetivos. Pensar que el cambio se dará “con el tiempo” por obra de la providencia, puede no ser errado, pero lograrse a base de malos tragos, lágrimas, decepciones y encontronazos. Pocos están dispuestos a soportar eso, y menos están capacitados para gestionarlo y superarlo. Más sabio es dedicar un tiempo en forjar una relación interpersonal y crear valor a la persona, antes que al cuerpo y a las emociones.



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Si deseas sesiones personales para eliminar programas errados, puedes escribirme a frederickguttmann@gmail.com.


Y gracias por tu colaboración a mi trabajo.






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