Hace 7 años hablé abiertamente sobre los procesos transitorios entre el final del mandato de Barack Obama y el inicio del de Donald Trump, donde advertía sobre la caída de los EE.UU. para preparar el escenario en pro del establecimiento de un gobierno mundial totalitario. ¿Este plan era una idea independiente de Obama, o seguía órdenes de alguien sobre él? ¿Era cosa suya como excusa para mantenerse en el poder, o una agenda de respuesta ante de lo que sabía que iba a ocurrir?
¿No habrá vuelta a la normalidad?
Desde 2016 mantuve informando con más énfasis sobre este objetivo del Illuminati, dado que, como afirmó el ex oficial de Inteligencia Naval de los EE.UU., Milton William Cooper – 2 meses antes del auto-atentado a las Torres Gemelas -, la destrucción de dicha nación es la última pieza que queda antes de que el Nuevo Orden Mundial sea completamente establecido y, con él, dicho estado global dictatorial. Aparte de dar detalles en foros de internet y artículos en el blog que tenía en aquel entonces, expuse asimismo lo más posible esta información en dos de mis libros: ‘La Gran Tribulación – Apocalipsis, Visión Remota I’ (2016) y ‘La Caída de la Nueva Babilonia, y el Fin de la Libertad’ (2021).
Expliqué que en ese entonces Barack Obama pretendía suspender la constitución de los EE.UU. para quedarse un tercer mandato, y que quería que ciertos eventos justificasen aquel objetivo, y que esto implicaría la caída del dólar, que, por extensión, afectaría las economías de los países occidentales (incluso recomendé en varias ocasiones guardar suministros para una posible recesión). La idea sería que Obama aprovecharía lo que sus antecesores habrían dejado preparado deliberadamente por medio de diversas Órdenes Ejecutivas, de manera que pudiese usar la Ley Marcial, o Estado de Excepción, para anular – al menos durante 5 años – la Constitución de ese país. Los eventos que justificarían esta acción serían una cadena de sucesos combinados en un breve periodo de tiempo, tales como:
· Ataque con pulso electromagnético entre Canadá y el norte de los EE.UU., que afectaría primero a la zona de New York y Washington. Esto provocaría un apagón total (Black Out) y la inutilización de dispositivos electrónicos que posean microchips.
· Ataque cibernético a los sistemas de todo el país, provocando el inhabilitamiento de los sistemas de comunicación y logrando inhibir la transmisión de ondas de radio de largo alcance. De este modo no habría conexión satelital, internet y línea telefónica. Tampoco funcionaría ningún cajero automático, por lo que no habría dinero en efectivo para retirar, y los supermercados colapsarían (la gente los saquearía y no habría suministros disponibles).
· Ataques por parte de China y Rusia, y ataques terroristas por parte de la yihad chií musulmana. Rusia iniciaría dirigiendo los ataques cibernéticos y explosiones con armas micronucleares en zonas céntricas del país gracias a sus agentes durmientes de la KGB. Por su parte, el ejército de China invadiría la costa oeste de los EE.UU.
· Posteriormente el país caería en control del ejército de la ONU, y seguidamente habría una guerra civil entre ellos y los defensores de su tierra. El FEMA - en conjunción con las tropas de la ONU - se encargarían de dirigir arrestos masivos ante la insurrección y disturbios, y llevaría a los apresados a campos de concentración que se han instalado en EE.UU. por orden inicial de Ronald Reagan bajo el programa REX 84.
· El ejército de los EE.UU. no podría ayudar a su gente debido a que habría sido enviado previamente al extranjero para reforzar el cordón de la OTAN ante la “amenaza” rusa contra Europa. Esto sería porque Rusia y Europa entrarían en guerra, mientras los grupos terroristas musulmanes realizan ataques principalmente en EE.UU., Europa e Israel.
'La Caída de la Nueva Babilonia', libro físico y digital disponible en Amazon y PlayStore.
No obstante, nada de eso ocurrió – al menos en aquel entonces -, y Donald Trump fue elegido presidente. ¿Qué habría pasado si hubiese quedado elegida Hillary Clinton? Y, ¿qué razones tendrían Rusia y China para atacar la infraestructura de los EE.UU.? Eso nos lleva de lleno al Deep State y la agenda Illuminati del Nuevo Orden Mundial. La caída de los EE.UU. sería un plan de “suicidio” del Deep State para reiniciar sus planes en Europa (primeramente en Bruselas, Bélgica), acabando con el principal bloque de la estructura que evita actualmente su puesta en marcha (esto se asocia al concepto de ‘la Purga’, tal como se describe en una de las películas que lleva este nombre). A la facción oriental no le agrada el lobby del Deep State que se esconde en los EE.UU., y seguidamente su otra parte en Europa, lo cual explicaría el interés conjunto de China, Rusia y los árabes en atacar EE.UU. y Europa. Y bien, todo esto puede sonar más realista hoy que hace 7 años, en especial cuando la Plan-demia abrió los ojos de muchas personas ante la realidad del complot que ciertas personas dirigen para tomarse nuestro planeta. Con todo, esto puede seguir sonando muy especulativo para muchos, en parte porque el miedo no suele dejar a la mente pensar con objetividad.
Ahora bien, resulta que el matrimonio Obama firmó acuerdos de producción con Netflix para varias películas, siendo la primera ‘Dejar el Mundo Atrás’, que se estrenó a mediados de diciembre de 2023, y lo curioso de este film es que precisamente describe las cosas que debían haber ocurrido a finales de 2016. Es como si…
A) La intromisión de Trump en los planes del Deep State solo hubiesen retrasado unos años sus planes.
B) Como si la Plan-demia hubiese sido una pieza esencial en la suma de la estructura del engranaje para potenciar los planes Illuminati con el fin de llevarlos a escala global.
C) Como si la Guerra de Ucrania fuera la excusa para provocar a Rusia contra Europa (pues pretenden meter a Ucrania en la OTAN, y así seguir expandiéndose hacia el Este, violando el acuerdo de no expansión que la OTAN había acordado con Rusia).
D) Como si la Segunda Guerra de Yom Kipur (actual conflicto entre el ejército de Israel y Hamas en Gaza) estuviese destinado a fomentar el odio hacia Israel para justificar una invasión internacional contra dicho país (acelerando la llamada Guerra de Armagedon).
Es justamente lo que ha ocurrido a lo largo de estos últimos 7 años, precisamente. Una cosa tras la otra, casi sin interrupción. La producción cinematográfica donde Obama ha sido Director Ejecutivo, ‘Dejar el Mundo Atrás’, describe un ataque cibernético a los EE.UU., un “Black Out”, caída de los sistemas, anulación de los satélites, ataque con ondas de microondas, diversos desastres combinados, y todo dirigido en conjunto deduciblemente por los radicales chiítas musulmanes, Rusia, Corea del Norte y China. Esto no puede ser una casualidad, salvo que se sea extremadamente ingenuo.
Para los que gustan de ver señales ocultas, el film muestra en cierto momento un interesante mensaje de programación predictiva, al poner a dos jóvenes con logos en sus camisas que evocan al contexto del proyecto en cuestión: un chico con una imagen vectorizada de Obama que pone ‘Obey’ (obedece), similar a los mensajes de la película ‘They Live’ (Ellos Viven), y la chica con una de la NASA. ¿Por qué tendrías que obedecer a la NASA? Y dado que el concepto de “obey” se refiere a la “autoridad” del gobierno, dicha sutileza de mensaje asocia los eventos de la caída de los EE.UU. con la obediencia a lo que viene después (y a quien viene después, en relación con la “autoridad” del Estado): el Blue Beam Project (el proyecto de engaño mundial dirigido por la NASA para manifestar al “anticristo”, el tirano planetario).
Posteriormente, pasada la mitad de este film, hay una conversación que pareciese más una especie de “confesión” del propio Obama (no por nada, quien la hace es otra persona negra), donde afirma que “alguien” - cuyo nombre no puede decir - es un magnate que lo invitaba a una “isla”, donde se reunían los más poderosos del mundo para dirigir “los planes malévolos sobre la humanidad”, y que – según él – ellos realmente no controlaban nada, sino que, en el mejor de los casos podría recibir un “aviso” ante un escenario de esta envergadura. ¿Estaría Obama hablando de sí mismo? ¿Él sabía de esto desde que entró en la Casa Blanca, pero pese a estar en esos círculos, no controla realmente el asunto? Esto recuerda que hay muchos niveles y personas por encima de los presidentes. Si bien, la película está basada originalmente en aspectos referidos en el libro de 2020 de Rumann Alam, que lleva su nombre, también nominada al National Book Award, pero el interés de Obama en este film, y de ser el que dé comienzo a su incursión en el cine, debería dejar mucho para pensar.
Pero la conexión entre el ataque a los EE.UU. y el Blue Beam no se queda ahí. Dentro del contexto de las profecías que ya advertían sobre esto, están las alteraciones del medio ambiente - que no tienen nada que ver con la propaganda desinformativa del “cambio” climático -, aunque en la película se podría atribuir a armas geofísicas. En general, sea por la geoingeniería, por la resonancia de las ondas de pensamiento/emociones de la sociedad, por la incidencia del sol o por la guerra climática, este film también agrega el componente de trastorno climático y de respuesta y comportamiento de los animales. Hay que recordar que, para diversas culturas, este cambio de era estaría marcado por fuertes trastornos medioambientales, donde los terremotos serían el eje. A estos les acompañarían tsunamis, tormentas en épocas y lugares que no son naturales, sequías, cambio en el eje del planeta (cambiando así los ciclos del día y de la noche). Si bien, la película enfatiza en que posiblemente la causa del comportamiento animal se debe al uso de armas sónicas, ondas de microondas.
En la fase final de esta cinta se hace saber que ya se conocía del programa diseñado para desarmar a un país, y se observan ataques de armas de gran envergadura en New York, así como disparos a consecuencia – deduciblemente – de una guerra civil. Técnicamente esta producción de Higher Ground Productions (del matrimonio Obama), refleja estrictamente las bases de lo que advertí que pasaría hace años, y debe entenderse, no solo como programación predictiva, sino como una advertencia, en especial para los estadounidenses que aún no hayan comenzado a prepararse para ese periodo de crisis que lo más probable es que efectivamente ocurra antes del comienzo de las fases 2, 3 y 4 del programa de la NASA ‘Blue Beam’. Eso significa que, en el momento que eso ocurriese, ya sería un hecho que estaría en desarrollo la Tercera Guerra Mundial, la parte con la que da inicio la profecía de la Gran Tribulación, para preparar el escenario para un gobierno global con el Anticristo a su cabeza.
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Finalmente, es interesante que la productora de los Obama la llamasen ‘Higher Ground’, toda vez que esta expresión en inglés – que significa ‘el terreno más alto’ -, se usa para denotar una ventaja estratégica en el suelo de combate. Técnicamente estar en ‘higher ground’ es hallarse posicionado en un estrato superior, donde tienes las de ganar sobre tu contrincante. Por ejemplo, el conocimiento sobre las cosas que van a ocurrir te hacen estar en un ‘higher ground’, lógicamente, si lo utilizas a tu favor, por ejemplo, logísticamente, para estar preparado (tomar todas las medidas necesarias).