El Origen del Terrorismo
Frederick Guttmann R.
La Farsa del Terror
La solución de la élite para justificar la colonización del Creciente Fértil y quitar las libertades civiles en los “países desarrollados” ha sido crear el “terrorismo”. ¿Por qué llamarle “terrorismo” en vez de “guerrillas”? El terror es el sentimiento de miedo o fobia en su escala máxima, y el miedo es el principal promotor del mal, lo contrario al amor; el uso de este término refleja el interés premeditado de preparar la mente para asociar las “guerras de guerrillas”, “insurgentes”, “revolucionarios”, “paramilitares”, “rebeldes” o cualquier otro grupo contrario al establecimiento oficial, como sembradores y diseminadores del pánico. Así la sociedad dependa –o demandará, o anhelará- de un “superhéroe”, “salvador” o “justiciero” a sueldo (o abdicando el pueblo a sus libertades, a cambio de seguridad) para traer la “paz”. Si el miedo se define como esquema de supervivencia, se puede asumir que el terror sobreviene cuando el miedo ha superado los controles del cerebro y ya no puede pensarse racionalmente, de modo que se acepta cualquier solución, aunque esta contravenga los principios, privacidad, individualidad, derechos o espacio de la población.
Sabemos que los ataques de falsa bandera contra el Estado de Israel son viejos, y estos tienen como finalidad que Israel contraataque –como legítimo derecho- pero tomase las extensiones territoriales de la Franja de Gaza y Cisjordania, y luego Sinaí y continuase su plan de expansión. Esto sin embargo, no tuvo éxito, y era necesaria una organización mejor y más años para conseguirlo. En ese sentido, si no había un enemigo, no había razones para tocar a los vecinos. Por eso el Mossad (inmediatamente creada después de la ONU, en 1949, como parte de este plan sionista, y extensión de la CIA en Medio Oriente, aunque dirigida por Israel (mismo año del tratado de la OTAN)) y la CIA crearon y financiaron grupos rebeldes que creasen pánico y atentados en Israel de modo que el Estado tuviese “razones” para militarizar y controlar la periferia del país y a estas facciones en sus localidades.
Dado que Yasir Arafat buscaba la paz y convivencia entre ambos Estados, era necesario eliminarle y cambiar la visión de los palestinos, porque así no progresaría la invasión territorial. Así es como la CIA infiltró agentes que preparaba el Mossad (servicio secreto exterior de Israel) en los países musulmanes de Oriente Medio de modo que educasen a la población desde niños a un odio a occidente y a un radicalismo islámico. Entre más fuertes fuesen los enemigos mayor derecho parecía tener Israel en contraatacar, dado que los guerrilleros no eran fuertes como nación sino en las acciones de muerte y terror que provocaban.
De modo que la CIA empezó a derrocar gobiernos, ya no solo en Sur América, mas consiguiendo ahora esto en Medio Oriente y África, motivando levantamientos e insurrecciones del pueblo, para así controlar las reservas de petróleo y evitar impuestos de la OPEP, además de militarizar permanentemente las zonas para luego incluirlas al futuro Gran Israel. Cuando los soviéticos dejaron Afganistán, Bin Laden fue financiado por la CIA, como agente doble que era, y creó la base de datos y campos de entrenamiento muyahidines llamados Al-Qaeda. También en Irak fue puesto otro agente de la CIA en el poder: Saddam Hussein, pero éste se opuso después a rendir cuentas a los EE.UU., y supo sacar provecho a los recursos y arqueología de su país, prosperándolo y desarrollándolo bastante.
¿Qué quieren los Terroristas?
Para explicar este punto hemos de hacer un par de paréntesis e irnos miles de años atrás en el tiempo.
1. Después del famoso Diluvio (aprox. 2500 a.C.), los tres hijos de Noé poblaron las estepas que habían surgido al descender las aguas. Sem, el primogénito, tomó la extensión que hoy representa “Oriente Medio” en conflicto con Canaán, el primogénito de su hermano menor Jam, o Cam. El otro hermano, Yapet o Jafet, pobló el sur de Europa, Anatolia (hititas) y el Cáucaso. Los hijos de Cam poblaron lo que al presente sería Etiopía, Libia, Tunisia, Egipto, Sudán, Eritrea, Creta y Chipre. Los chipriotas (en ese tiempo conocidos como caftoreos) invadieron lo que luego sería el sur de Fenicia, llamado Gaza, destruyendo a sus pobladores aveos. Estos fueron conocidos como filisteos (actualmente dando nombre a los “palestinos”), los cuales fueron sometidos en la guerra egipcia de Megido, la invasión de Tutmosis III, las guerras con el Reino de Israel (entre el 1450 a.C. y el 950 a. C.), las conquistas seléucidas y, finalmente, según el historiador Flavio Josefo, eliminados por la invasión etíope. A pesar de esto los romanos pusieron en los mapas de la región “Siria Filistea”, más con el interés de borrar históricamente el registro de la presencia de los judíos (hasta el año 135 d. C.).
2. Por otra parte, cerca del 2.000 a. C., tras la muerte de Sara, primera mujer del patriarca Abraham, éste tuvo hijos con su concubina Ketura, quien le dio por vástagos a los fundadores de territorios que hoy comprenderían gran parte de Arabia Saudita -aunque historiadores de la fe bahai sostienen que ellos mismos (de origen iranio) son descendientes de los hijos de Ketura. Antes de Ketura se menciona a otra mujer, una esclava egipcia llamada Agar, con quien Abraham tuvo a su hijo primogénito (además primero en el Pacto de la Circuncisión): Ismael. Cuando nació a Sara un hijo de Abraham, éste muchacho (llamado Ytzjak o Isaac) contendía con Ismael el derecho de heredad, de modo que Agar e Ismael fueron echados de la casa de Abraham. Cuando esto aconteció el ángel Gabriel se les apareció y les dijo que de su descendencia Dios haría una gran nación: las 12 tribus de Ismael. En tanto Isaac tuvo dos hijos: Esaú (de donde vinieron los idumeos, actuales jordanos) y Jacob (de donde vinieron las 12 tribus de Israel).
Partiendo de la explicación de estos dos puntos, hemos de recordar que cuando los turcos islámicos selyúcidas invadieron Constantinopla en 1071 d. C., el poder de Bizancio corría peligro, y años de derrotas del territorio hicieron que en 1095 el emperador bizantino Alejo I solicitase protección para los cristianos de oriente al papa Urbano II, quien en el concilio de Clermont (en Francia) motivó un llamado a las armas “en nombre de la fe”. Décadas después esto llevó a las masacres en Tierra Santa, que motivaron la Yihad, que es el pretexto que en el siglo XX y XXI se ha inculcado astutamente para argumentar el nacimiento e ideales de las guerrillas musulmanas.
La yihad (“esfuerzo”, en árabe) realmente consistía en el «esfuerzo en el camino de Dios», y a los que participan y están comprometidos con la yihad se les conocía como muyahidines. La mayoría entre los académicos suníes (la mayoría del islam, al lado de la minoría: chiíes) solo reconocen como obligación a los Cinco Pilares del Islam como objetivo de su fe, siendo ante todo “la adoración de Alá (Dios) como dios único” y “la paz entre los humanos”. Este precepto antes era un tanto más explícito, según palabras del erudito medieval musulmán Imam al-Nawawi, quien definió la yihad y sus diferentes categorías de esta forma: «uno de los deberes colectivos de la comunidad en su conjunto es interponer una protesta válida, solucionar los problemas de religión, tener conocimiento de la Ley Divina, ordenar lo que es correcto y prohibir las conductas incorrectas.» Sin embargo, la estrategia actual sería decir que ese “llamado”, que antes fue para que los árabes librasen a su pueblo y lo vengase de las atrocidades de los cruzados, hoy sería para expandir su “fe”, “matar a los infieles” y cosas semejantes contrarias a sus creencias originales y de la mayoría musulmana.
Hebreos contra Hebreos
De modo que la guerra de imperios turcos y árabes son, de hecho, guerras semíticas donde participan asimismo descendientes de las tribus de Israel. Esta es una irrisoria contrariedad, asumiendo que los “hebreos” se están matando a sí mismos. Y, ¿por qué digo “hebreos”? Porque los hijos de Sem fundaron Mesopotamia, y del linaje de uno de ellos (Heber) provino Teraj, padre de Abraham (el hebero, pues era de linaje de Heber), y al viajar a Padam Aram (actual Siria), su epíteto se complementó como “el que atravesó”, tanto él como los que con él venían (como su sobrino Lot, padre de los amonitas y moabitas, que serían los pobladores de las regiones que hoy son Jordania: norte y sur, respectivamente). De estos “heberos” o “ibrím” vinieron entonces todos los árabes y la minoría de posteriores israelitas que conquistaron Canaán: con sede en Jebús (Jerusalén).
Asumiendo que la inmensa mayoría de heberos (hebreos) y semitas son árabes, es ridículo seguir utilizando la voz “anti-semita” para referirse al odio a los judíos o el rechazo al sionismo imperialista illuminati. Por consiguiente, ¿quiénes están luchando contra quiénes? ¿Qué intereses hay detrás de todo esto? ¿Quién tiene legítimo derecho, la Gran Israel o la Gran Arabia? ¿Qué marco territorial comprende la extensión de unos y la extensión de otros? Y ¿quién, se supone que tiene el derecho de decidir sobre estas cuestiones? El IDF (Fuerza de Defensa Israelí) comete atrocidades en los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania, mientras se involucra en guerras extra-territoriales. Los musulmanes, en sus tantas facciones creadas, son motivados por agentes de occidente para armarse y destruirse a sí mismos, debilitando sus gobiernos, la estructura, su fuerza, su población y su cultura, para luego crear micro-estados de dependencia occidental (sin contar con los bajos recursos educativos e intelectuales, que sumen estas sociedades en la completa ignorancia: la mayoría ni han leído el Corán).
Crea tu propio Enemigo
La CIA, el MI6 y el Mossad planearon la invasión de varios países por sus recursos (en África mayormente, como oro, coltan, diamantes, gas, petróleo, cobre, carbón…) como confesó después el General Clark en 2007: “EEUU tiene plan desde septiembre 2001 para invadir o controlar Irak, Libia, Siria, Líbano, Somalia, Sudan e Irán”. Por eso occidente inventa a los “dictadores” y así el pretexto para derrocarlos, robar sus recursos, implantar sus industrias y pagar mano de obra barata, e imponer industrias que luego endeuden al país y otras constructoras americanas que reconstruyan lo destruido tras la demolición.
Por consiguiente, la guerra en Siria será seguida de la invasión a Líbano –cuyo pretexto es Hezbolá- e Irán antes de que EE.UU. ataque a Rusia directamente con armas nucleares. Rusia defiende sus intereses en Medio Oriente, no tanto por gas o petróleo (ya que es el segundo productor mundial, después de EE.UU.), sino por otros recursos, por venta de armas y por control expansionista, a la vez que es amigo de Xi Jinping, y el control de Siria evita la salida principal de petróleo para China.
Ahora bien, como digo las agencias occidentales junto al Mossad crearon grupos terroristas, los financian y preparar psicológica, logística y estratégicamente a sus líderes. Ergo, de esta forma es como vemos el nacimiento de Hamás para sembrar el terror en los territorios ocupados; Isis (Estado Islámico) para promover la guerra en el norte de Irak y Siria, y supuestamente en Irán; Hezbolá para justificar la toma del Líbano; luego Al-Nursa para derrocar el gobierno democrático de Bashar al-Asad.
El caso de Al-Fatah era ya diferente, siendo un interés de libertad de parte de ciertos palestinos, y liderado por Arafat, cual ideas y política no se viesen condicionadas ni sujetadas a los aparatos sionistas ni árabes -conociendo los intereses creados de aquellas dos facciones-potencias en todo Oriente Medio (Sionistas y Saudíes)-, además de que histórica y genealógicamente los palestinos (supuestos filisteos) no eran árabes sino chipriotas con linajes de sangre directas con los pobladores de Anatolia, Creta (los minoicos), Libia, Etiopía (donde esta gente luego se mezcló con judíos rastafaris), Sudán, Djibouti, Egipto y posiblemente hasta de Eritrea y Yemen.
¿Quién es Isis?
Realmente llamados Daesh, pero conocidos como ISIS (siglas en inglés; y “EI”, en español: Estado Islámico) reciben este título para fastidiar a los musulmanes, porque este es el nombre griego (helenístico) de una diosa “pagana” egipcia (Egipto = el paraíso de los dioses en la Tierra después del Diluvio). Isis representaba la fecundidad (prosperidad) y el reino de Egipto -la potencia de la lejana antigüedad-, así como la estrella “Sirio” (de cuyo culto nace el nombre del dios Assur, que dio nombre a Asiria, de donde toma nombre la actual “Siria”). Isis era hija de Ra, el sol (aunque para otros lo era de la Tierra y el cielo) y fue madre de Her-Ur (Horus), cuya reencarnación es el Anticristo, en ocultismo masón. La historia de Isis y sus hermanos (Osiris, Neftis y Seth) se basa en traiciones, asesinato y reunificación, donde destaca la resurrección, el destierro y la soberanía.
El punto es que en el misticismo francmasón esto se refiere a la toma del poder del Anticristo a costa de la rivalidad territorial de dos hermanos (Osiris y Seth): los bíblicos Isaac-Jacob (Israel) e Ismael (Árabes), donde uno de ellos es demonizado y desterrado finalmente, después de haber asesinado al heredero y “repartirlo por toda la tierra” (división del reino de Israel y expatriación), tras lo cual fue revivido (repatriación en 1948) y “de quien sale Horus (Anticristo) gracias a Isis, Neftis (los otros hermanos islámicos) y la magia de Thoth (milagros)”, el cual vence a Seth (los musulmanes), a pesar de perder “un ojo” en la batalla (el ojo que todo lo ve, de la iconografía illuminati).
¿Qué Opina el Corán?
Pero, además del aspecto histórico, ¿qué dicen las Escrituras Sagradas sobre Jerusalén y la tierra que hoy Israel ocupa? La identidad de Israel como “pueblo” era respetada por Abu l-Qāsim Muḥammad (Mahoma) y sus seguidores, así como los verdaderos musulmanes, considerando “el Pacto de Dios con Israel”: «¡Hijos de Israel! Recordad la gracia que os dispensé y sed fieles a la alianza que conmigo concluisteis. Entonces, Yo seré fiel a la que con vosotros concluí.» (Corán 2:40) Este mismo libro sagrado sostiene que los verdaderos y originales israelitas fueron el pueblo que Dios eligió para ser “diferente” del resto de naciones: «¡Hijos de Israel! Recordad la gracia que os dispensé y que os distinguí entre todos los pueblos.» (Corán 2:47, 122) Y si el llamado del Islam es a “servir a Dios”, “cumplir sus mandamientos” y “no desviarse de la justicia”, ¿qué diferencia hay, pues, con el resto de creyentes de otras denominaciones religiosas?
« Y cuando concertamos un pacto con los hijos de Israel: «¡No sirváis sino a Alá! ¡Sed buenos con vuestros padres y parientes, con los huérfanos y pobres, hablad bien a todos, haced la azalá dad el azaque!» Luego, os desviasteis, exceptuados unos pocos, y os alejasteis.» (Corán 2:83) El verdadero Islam aceptaba, no solo a sus hermanos israelitas que moraban en Canaán en el tiempo de Mahoma y subsiguiente, mas a los propios cristianos, refiriendo, incluso, la promesa bíblica de que el futuro “pueblo” y “extensión” de Israel será designado realmente por Jesucristo y el rey David -quienes juzgarán a su gente-: «Los Hijos de Israel que no creyeron fueron maldecidos por boca de David y de Jesús, hijo de María, por haber desobedecido y violado la ley.» (Corán 5:78) Ellos mismos ratifican en más de 6 versos que Jesús es el “Ungido de Dios”, es decir, el Cristo (en griego) o Mesías (en hebreo).
Igualmente los hermanos árabes creían en Jesús –y creen en su regreso glorioso para reinar y que presidirá la resurrección de los muertos-, lo cual no explica el asesinado de cristianos, a menos que sea motivado por agentes del Nuevo Orden Mundial, que quieren destruir a los cristianos, porque saben que son la oposición a la imposición de su Imperio Global (la Bestia). También los musulmanes creían –y aún muchos doctos y eruditos creen- que el Corán, el Talmud, e incluso la Torah, están sujetos a los Evangelios. Podemos leer un ejemplo simple de este argumento –entre muchos más- en el capítulo 5, verso 110: «Cuando dijo Alá: «¡Jesús, hijo de María!; Recuerda Mi gracia, que os dispensé a ti y a tu madre cuando te fortalecí con el Espíritu Santo y hablaste a la gente en la cuna y de adulto, y cuando le enseñé la Escritura, la Sabiduría, la Tora y el Evangelio. Y cuando creaste de arcilla a modo de pájaros con Mi permiso, soplaste en ellos y se convirtieron en pájaros con Mi permiso. Y curaste al ciego de nacimiento y al leproso con Mi permiso. Y cuando resucitaste a los muertos con Mi permiso. Y cuando alejé de ti a los Hijos de Israel cuando viniste a ellos con las pruebas claras y los que de ellos no creían dijeron: 'Esto no es sino manifiesta magia'.»
Mahoma mismo y sus seguidores no se ponían por delante de los israelitas, por lo contrario considerándolos prioritarios en el plan de Dios y herederos de la región de Israel (aunque este debía ser retomada e instituida por Jesús y David). Un ejemplo del respeto de Mahoma a Israel es el verso 93 del capítulo 10, donde refiere: «Hemos instalado a los Hijos de Israel en un lugar bueno y les hemos proveído de cosas buenas. Y no discreparon sino después de haber recibido la Ciencia. Tu Señor decidirá entre ellos el día de la Resurrección sobre aquello en que discrepaban.» Y el capítulo 17:104 refiere: «Y, después de él, dijimos a los Hijos de Israel: «Habitad la tierra y, cuando se cumpla la promesa de la otra vida, os llevaremos en tropel».» Pero para no extendernos demasiado con muchos más pasajes concluiré con la afirmación sobre la Tierra Prometida: «Así fue, y se lo dimos en herencia a los Hijos de Israel.» Y en tanto, se enseñó por medio del cristianismo primigenio y el islam primigenio lo que los judíos no querían asumir: el amor. Así consta en el capítulo 27: «Este Corán cuenta a los Hijos de Israel la mayor parte de aquello en que discrepan. Es, sí, dirección y misericordia para los creyentes.» (versos 76-77)
El Verdadero Israel
Ahora bien, ¿quiénes son “Israel” como pueblo? Y, ¿qué es Israel como “tierra de la heredad”? Tomando como fuente de validez el canon de Jamnia -del que luego se formalizó la institución del Antiguo Testamento profético-, Israel consistía, efectivamente, del territorio que los sionistas pretenden invadir, pero los “herederos del pacto” están sujetos al cumplimiento de la “ley de Dios”. Según este precepto, es “Dios” quien debe guiar esto, como lo hizo con Moisés y Josué (circa 1450-1500 a. C.), y que en la actualidad, realizarlo de la misma manera provocaría una Tercera Guerra Mundial. Entra ahora otro razonamiento que complica esto, y es el asunto de que el cristianismo original era contrario al belicismo y a la participación en ideales materialistas o nacionalistas; se basaba en esperar que Jesucristo cumpliese las promesas dadas a los patriarcas. Consecuentemente, según el propio Jesús, el emplazamiento geográfico de Israel será determinado con “su regreso” –no antes- y también los “verdaderos herederos” de la promesa de Abraham y del Reino de Israel.
Todo esto, bíblicamente hablando, debe suceder “a partir del regreso físico y glorioso de Jesucristo para reinar desde el monte de los Olivos”, y con el Nuevo Templo, que no será el que ahora quieren reconstruir en la explanada donde se hallan Al-Aqsa y el Domo de la Roca, sino la ciudad santa de oro que viene del cielo: la Nueva Jerusalén. En otras palabras, los israelíes no deberían luchar por “su tierra”, sino “Dios luchar por ella”, como consta en las profecías bíblicas sobre la Geula (la Redención de Israel). Acorde a las enseñanzas de Jesucristo y sus apóstoles, el Israel Futuro será habitado por los “hombres justos y rectos” independientemente de su linaje, etnia, ciudadanía, religión o familia. Pablo lo explicó diciendo: «En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.» (Efesios 2:12-13)
Este derecho parte en del desarrollo espiritual de cada individuo y de su sacrificio diario en una vida santa, lo cual es denominado “ser hijo de Dios”: «Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro. […] Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios. Porque éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.» (1ª Juan 3:1-11)
Si el verdadero Israel viene con Jesús, y los verdaderos israelitas los reunirá Jesús y dictaminará quiénes son realmente merecedores de ese “nombre” y “ciudadanía”, ¿qué es el actual Israel y quiénes los actuales israelíes? La legítima defensa y el derecho de existir es justo para toda vida, pero la conquista que se lleva a cabo en Medio Oriente solo pretende crear un odio a los musulmanes y provocarles a guerra para que todo el linaje de hebreos se extermine entre ellos en nombre de la Gran Israel y la Gran Arabia, en vez de destaparse la verdad, y asumir que lo que sucede es causa del interés de la Sion Illuminati, cuyo fin ni siquiera se conseguirá, porque serán traicionados por su Falso Mesías: Belial (el Anticristo).
Inmigración Masiva
Por otra parte, y regresando al presente en lo que respecta a los pueblos islámicos, se permitió que se metieran cientos de miles como “refugiados” (mano de obra barata, en plena crisis…) a Europa para potenciar el Estado Policial y así traer el Estado de Excepción (la Ley Marcial) tanto en Europa, como ya avanza en los EE.UU. desde el desastre de New Orleans con el paso del Katrina (un ataque de Rusia contra EE.UU. con armas geofísicas como ultimátum para que dejasen de usar HAARP contra ellos), el auto-atentado del World Trade Center y otros eventos (tiroteos y matanzas) de falsa bandera en colegios de EE.UU.
La lenta “islamización” de Europa no responde a un plan discreto que llevaba a cabo Bin Laden, como pretenden hacer creer los Medios de “Comunicación” Occidentalistas. Sabiendo que este era el deseo de una minoría revolucionaria dentro del gremio suní (los suníes representan cerca del 85% de los islámicos, al lado de la minoría chií y abadí), se ha estado haciendo creer que quieren conquistar lo que por un supuesto derecho pueden: todo desde Europa hasta China. Lo cierto es que los revolucionarios son pagados, programados y dirigidos por las agencias que quieren que estos individuos levanten movimientos entre las gentes necesitadas, incultas y pobres que les seguirán como último recurso. Estos musulmanes creerán lo que les digan y se lanzarán en una ola de saqueos y disturbios en una tierra en la que no han construido ni contribuido, y a esto se sumarán asesinatos basados en falsas esperanzas celestiales para los perpetradores, mientras los reales orquestadores del caos quieren que Europa se auto-arme para introducir a las ciudades el cuerpo policial y la dictadura civil (a simple vista para defender a los europeos y la integridad y existencia de la infraestructura de las grandes ciudades y fronteras).
Estado Policial Europeo
Por esta razón los servicios de inteligencia occidentales y el Mossad dirigieron el tiroteo de Charlie Hebdo y el atentado de bandera falsa en Bataclan (y los otros 7 puntos en Paris), que, valga decir, pertenecía a judíos que fueron informados por el Mossad dos meses antes de que se produciría un atentado ahí, y vendieron el terreno. Así el Estado Policial y supresión de los derechos civiles que crecen en Francia, Alemania, España e Inglaterra se fortalezca y se justifique. Mas no es casualidad, la diosas Isis fue antiguamente venerada en la Galia (actual Francia), especialmente en el “país de las luces” (Paris), y esta supuesta diosa egipcia tenía sus ciudades de culto llamadas “Par-Isis” (casa de Isis), de donde nació el nombre “Paris” (no tiene nada qué ver con el príncipe hijo de Príamo de Troya que venció a Aquiles).
Francia se mueve hacia el territorio que hace 100 años había tomado con los ingleses a los otomanos, pero solo como estrategia para tantos y tantos mega rituales satánicos que la élite efectúa en puntos clave de la Tierra (latitud, longitud y vórtices de las Líneas Ley), días clave (por numerología) y muertos clave. La guerra en Siria sigue solo un esquema de desarrollo planteado hace mucho, que tiene como fin involucrar a Turquía como puente entre “Asia” y “Europa” para ser atacados por las fuerzas invasoras mientras los “mercados se desploman”, y tiene lugar la invasión de Irán. Después de esto se desatará “oficialmente” la Tercera Guerra Mundial, basada en el uso de armas de destrucción masiva entre potencias, y la expansión colonial del “norte” (occidente) sobre África (donde es fundamental la “guerra de guerrillas” para desestabilizar y militarizar los países del sur), mientras Rusia y EE.UU. usan armas termonucleares y biológicas unos contra otros, y China determina el apoyo directo a Rusia.