SALUD DE MENTE Y CUERPO

SOMOS LO QUE COMEMOS no es una expresión gratuita.

En 2020 di un curso sobre nutrición inteligente, orientado a la comprensión de cómo la alimentación es esencial en el estado de salud de una persona. Hoy haré un resumen de dichos cursos y anexaré los videos para que puedas revisarlos, pero empezaré explicando puntos aún más importantes en la disciplina de la salud y de la restauración del bienestar corporal.

MENTE

El primer y principal elemento a tener en consideración para una buena salud es la mente. Tu estado emocional hace que tu cerebro dispare todo tipo de neuropéptidos al torrente sanguíneo, los cuales son muy determinantes del estado celular. Mientras tu mente irradie tensión, estrés, preocupación, ansiedad, angustia, temor, etc., el sistema nervioso cristalizará nudos en las zonas que la mente ha programado como correspondientes a dichas emociones. De esta manera, tus sentimientos en contra de doblegarte hacia una situación, jefe o progenitor sobrecargarán tus rodillas; tus preocupaciones sentimentales y/o financieras cargarán tu lumbar; tu preocupación sobre cómo dar pasos en un momento dado de tu vida, te causarán dolor en los talones; sentir que cargas con responsabilidades grandes sobre ti mismo, cargarán de tensión tus trapecios y hombros; tener dificultades para expresar tus sentimientos con tu pareja, puede ocasionarte infección de orina; tu dificultad para interactuar con tu mundo exterior se reflejará en el estado de tu piel; el tener que ver cosas que no quieres ver - o pensar en lo que no quieres llegar a ver -, causarán problemas en tu vista; tener que pensar demasiado en algo que te ocupa la mente demasiado, te causará dolores de cabeza; las memorias que traes de tu familia, desde cosas oscuras, difíciles de procesar, vacíos de tu padre o madre, presiones laborales o familiares desde niño, configurarán la posición o estado de tus dientes; la impotencia contenida te creará piedras en los riñones; la falta de calor humano o afecto, te hará agriparte; tu falta de amor propio te hará irte autodestruyendo con diversos hábitos que se focalizarán en áreas relacionadas con la salud y la simetría (estética), y así sucesivamente.

Te han enseñado desde pequeño que el estado de salud es algo aleatorio, un castigo divino o hasta el ataque de agentes diminutos que te entran por algún orificio. Bueno, eso es marketing para vender drogas legales y hacerte dependiente de dichos fármacos y del sistema médico que tiene suculentos acuerdos financieros con estas empresas (las más ricas y poderosas del mundo). Un paciente curado es un cliente perdido, y una sociedad sana supondría el colapso sistémico de la economía del mundo, empezando desde lo más alto - que es la industria farmacéutica - y siguiendo con todo el llamado sistema de “salud”, con millones de pérdidas de empleo. Empero, no es que no haya cura para esto o aquello, sino que a la industria no le conviene que estés sano, y aunque tenga curas, no te las vendrá, porque gana más con ingresos de goteo que con ganancias abruptas (a largo plazo aseguran además clientela).

<<...no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina al hombre [...] ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al estómago y luego se elimina? Pero lo que sale de la boca proviene del corazón, y eso es lo que contamina al hombre. Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.>>

(Jesús, Evangelio de Mateo 15:11-20)

OXÍGENO

La mejor cura y disciplina de salud estriba en la meditación, donde está implícito el hábito más importante que debemos integrar: la correcta respiración. Cuando respiramos, el oxígeno entra a los pulmones, pasa por los alvéolos pulmonares a los eritrocitos (glóbulos rojos), que la transportan por la sangre para entrar a los leucocitos (glóbulos blancos), encargados de la vida (contienen toda la información genética de tu organismo). El oxígeno atraviesa la membrana celular y entra a la mitocondria, donde produce una reacción que crea ATP (adenosín trifosfato), que es, básicamente, la “energía nuclear” de nuestro cuerpo. Sin esto, no habría “combustible” para el funcionamiento del cuerpo. La durabilidad y calidad de nuestro sistema físico depende de la energía (como es el caso de la alcalinidad) y del estado de las células. Una respiración corta supone poco oxígeno que llega a todas las áreas del cuerpo, y así se deteriora la célula. La fuerza de la respiración implica una cantidad correcta de oxígeno que nutre el cerebro y también cada extremo del cuerpo.

El mejor lugar para respirar es entre los árboles, que están tomando el CO2 y liberando el oxígeno puro. La mejor hora para tomar oxígeno fresco es en la noche, o al amanecer o atardecer, debido a la carga de los iones del oxígeno. Con la meditación la respiración se puede regular más definidamente y se adquiere conciencia del cuerpo y de la relación mente-cuerpo, que mejora el estado del cuerpo y crea un estado consciente de trabajo de cuidado sobre tu organismo desde el estado mental.

SOL

En orden de prioridad sigue de tercera la luz solar. La radiación solar contiene rangos de luz UVB que activan la síntesis de la llamada vitamina D a través de la piel, gracias a la melanina. Los fotones UVB penetran la piel y rompen un enlace en el anillo B del 7-dehidrocolesterol, transformándolo en pre-vitamina D₃. Esta molécula es inestable y, con el calor corporal, se isomeriza a colecalciferol (vitamina D₃), y este colecalciferol entra en la sangre y se une a la proteína transportadora de vitamina D (DBP), cual en el hígado se convierte en 25-hidroxicolecalciferol (calcidiol), - la forma circulante de reserva - mientras que en el riñón se transforma en 1,25-dihidroxicolecalciferol (calcitriol) - la forma activa hormonal -. De esta forma, regula la absorción intestinal de calcio y fósforo, influye en la mineralización ósea y modula la función inmunológica y la proliferación celular, aparte de que la absorción lumínica de los fotones del sol a través de los ojos descalcifica la glándula pinea, encargada de los principales aspectos relativos al puente de la conciencia. Y es clave añadir la influencia positiva de la luz solar en el estado de ánimo.

Así que cuando te dicen que tengas cuidado del sol, considera que estas palabras constituyen leyendas urbanas promovidas para que tu salud empeore, y así consumas drogas legales y ayudes al lucro de dichas industrias (que pagan al sistema médico y los anuncios publicitarios y cadenas televisivas que te lavan el cerebro). Si el sol fuese el responsable del cáncer, el hombre - que lleva cientos de miles de años en este mundo expuesto al sol - ya se habría extinguido, en especial la gente de África. El cáncer no tiene que ver con la luz solar ni con genes, sino con shocks emocionales severos de pérdida, que no se “amortiguaron” (cuando perdiste a un ser querido, física o emocionalmente, y tu ser no lo “digirió” adecuadamente, como un luto o proceso de sanación natural, guardándolo o no expresándolo con lágrimas o consuelo). El sol brinda de energía, entusiasmo, positivismo, alegría y vitalidad, aparte de fortalecer los huesos (no, no es la leche, sino la exposición a la luz solar, lo que da fuerza, resistencia y regeneración a tus huesos - aparte de que desde los 3 años de edad tu cuerpo ya no sintetiza lactasa, ¿o has visto algún mamífero consumir leche de adulto? -).

AGUA

El cuarto medio esencial de la pirámide de la salud es el agua. Dado que la mayoría de nuestro cuerpo orgánico es líquido con química natural, requiere renovar esos químicos y sus minerales. Por eso es fundamental la inserción en el mar, que posee todos los minerales que el cuerpo físico requiere. Cuando te sumerges en el agua, durante los siguientes 10 minutos tu organismo produce un efecto de ósmosis inversa, sacando todas las toxinas e incorporando minerales, además de hidratar el cuerpo (por eso en casos se supervivencia en el mar se recomienda meterse en el agua 10 minutos para que el organismo no se deshidrate). Aparte de esto, se limpia la linfa, que puede tener saturación de flemas (a causa de la ingesta de derivados lácteos), y diversas vías del cuerpo que pueden estarse taponando.

MINERALES

Como en la alquimia y la metafísica, todo se rige por 5 elementos (éter, fuego, aire, agua y tierra), la mente es lo espiritual, el aire es representado por el oxígeno, el fuego por el sol, el agua por las fuentes líquidas, y la tierra por los minerales. Así tenemos la quinta herramienta en la pirámide de la salud y la regeneración corporal. Los minerales y vitaminas son, básicamente, los enlaces para los procesos químicos y de funcionamiento del organismo. Las principales fuentes de este recurso son las frutas - incluidos los frutos desecados -, seguida de las legumbres, los cereales, las semillas y las verduras. Todos los trastornos químicos del cuerpo se pueden corregir con los hábitos de interacción con los mecanismos previamente mencionados, junto con la ingesta alta de fruta (a excepción del periodo nocturno).

Los principales componentes químicos y tisulares que deterioran, envejecen y dañan el cuerpo descansan en la materia que se procesa, que recibe agregados y pasa por un laboratorio. Aparte de perder su alcalinidad (los átomos cambian de dirección de su eje), la memoria del ADN no los reconoce, pues, lógicamente, no proceden de la naturaleza, entonces se acumulan como quien tiene un trastero para aglomerar basura. Eventualmente el basurero invade la casa y lo tapona todo y llena de insectos, roedores, malos olores y bacterias. Es lo mismo que pasa con la alimentación que no procede directamente de la naturaleza: convierte tu cuerpo en un vertedero, y así se termina viendo también estéticamente.

Te dirán que evites el azúcar, la sal, la grasa, el gluten, y algún día incluso que evites respirar. Está escrito, <<vosotros sois la sal del mundo.>> Esto no era un eufemismo para decir que somos veneno, sino que somos lo que da sabor y razón a la existencia. Lo que sale cuando tomas agua del mar y la secas, es sal (elemento rico en minerales esenciales como sodio, potasio, magnesio y calcio). Lo que compras en un supermercado, no es sal, es únicamente sodio bajo la etiqueta falsa de "sal" (le quitan todos los nutrientes para vendértelo, de modo que no recibas un increíble recurso de salud que sustituya las drogas legales comerciales, o "fármacos" (palabra griega que significa "veneno", y se asocia al vocablo para "hechicería")). El problema no es la sal, es el exceso de sodio. Ahora, el principal nutriente del cerebro son grasas y azúcares, pero no grasas saturadas y polinsaturadas ni azúcares refinados y artificiales. Grasa sana es la del aceite de oliva - que nunca debes calentar porque cambia su naturaleza - y del aguacate. Azúcares sanos son los que te da la naturaleza, como es la glucosa de la fruta, la caña (de donde se saca la panela) o la miel, por ejemplo.

Ejemplos de sustancias que acidifican el organismo son las cosas que se venden empaquetadas con aditivos, colorantes, estabilizantes, acidulantes, endulzantes, sabores artificiales o mixtos, etc. (eso lo puedes categorizar como veneno, pues es lo que es: es cancerígeno). Son las cosas refinadas, fritas, calentadas a más de 100ºC, en proceso de descomposición, ácidas o infamatorias, así como las mezclas incompatibles (como carnes con frutas o carnes con derivados lácteos en la misma digestión) o las bebidas carbonatadas o el abuso de bebidas alcohólicas. Gran parte de lo que el cuerpo no necesita lo desecha, pero otra se incrusta y tapona y rellena (en especial en caderas, cintura, piernas - en el caso de las mujeres - y papada).

Después de las frutas siguen las legumbres (fríjoles, alubias, guisantes, lentejas, garbanzos, cacahuetes, habichuelas, soja, arvejas, etc.), que son la principal y mejor fuente de proteínas para el cuerpo, es decir, pilar de construcción y mantenimiento del tejido muscular (en especial las lentejas, que son el único alimento que produce nitrógeno, pieza primaria de los músculos). Cuando te pregunten por fuentes de proteína, recuerda esta, y descarta la materia muerta (carnes, cuerpo o cadáveres de cualquier animal, que son cosas que están liberando mortecina y cadaverina, y que es materia cancerígena), que solo se comercializa por las tendencias introducidas en los años 70 con el fisicoculturismo y por el comercio de la industria ganadera con el llamado gobierno. Las legumbres - a diferencia de la materia en descomposición de un animal - no tiene efectos adversos ni secundarios, como el envejecimiento prematuro, la obesidad, la destrucción y obstrucción de las paredes interiores arteriales, de la inflamación del intestino grueso o de los daños causados al cerebro, provocados por la materia animal.

Considera que la fuente principal de nutrición del cerebro es el intestino grueso, el cual solo absorbe los líquidos finales del alimento, pero en el caso de la “carne”, esta no se desintegra aun, y acelera su proceso de putrefacción en el tracto intestinal, absorbiendo el intestino grueso prácticamente heces (esa es la razón de los llamados trastornos mentales: un prolongado consumo cerebral de las heces intestinales de la materia cárnica en descomposición). Nuestro intestino es más largo que el de los animales carnívoros, y nuestros jugos gástricos no son tan fuertes como los de ellos, así que nuestro diseño físico esta configurado para la asimilación de vegetales, no para lo que comen lo animales carnívoros. Comer esa materia podría ser algo ocasional - y en dosis pequeñas -, pero jamás la base de la alimentación. Y es también bueno saber que la apariencia de una criatura - siguiendo el modelo del campo mórfico - se reconfigura en la apariencia de la persona, en especial con la carne de cerdo. Por lo que una progresiva ingesta de materia de dicha criatura irá amoldando el cuerpo humano a la misma apariencia del cerdo.

Pero en todo esto te dirán que no consumir esta materia muerta, inerte y ácida te hará carecer de hierro y de vitamina B12, aunque la principal fuente de hierro viene de las lentejas, los garbanzos y las alubias, y que toda fuente de vitamina B12 se ha originado del cuelo (de cuando los animales terrestres que comes han ingerido hierba con tierra adherida). Por tanto, cuando comes una batata (boniato, papa dulce), una papa o una zanahoria - preferiblemente sin rasparle la piel - ahí está toda la vitamina B12 pura e íntegra.

Lo tercero en la pirámide nutricional adecuada para un humano son los cereales (arroz, quinoa, trigo, cebada, centeno, amaranto, avena, maíz o mijo, sorgo, triticale, teff, etc.), que deben poseer tanto el germen como el salvado, a la hora de comerlos - no solo el endospermo -. Este cereal es lo que se suele llamar “entero” o “integral”, mientras que un cereal donde solo está el endospermo es llamado “refinado” o "blanco". El solo endospermo en el cuerpo hincha, y pese a saciar, en realidad no nutre, aparte de tender a engordarte. El grano completo tiene el salvado y el germen, que poseen proteínas y fibra, que sí son necesarias para el cuerpo, ya que la fibra ayuda a la digestión y tránsito intestinal, el control del azúcar en sangre, el colesterol y mecanismos cardiovasculares, la microbiota y la propia regulación del peso corporal (produce saciedad, evitando que quieras comer más de lo necesario). El salvado posee, además, glúcidos (carbohidratos) completos y minerales como hierro, magnesio, manganeso y zinc, y vitaminas del complejo B, incluyendo B1, B3 y B6. El germen de trigo, por ejemplo, es la parte más pequeña del grano, pero la más rica en nutrientes. Es el embrión de la planta y, aparte de contiene altos niveles de proteínas, posee vitaminas del complejo B (como B1, B2, B3, B6, B9 y B12), vitamina E, ácidos grasos esenciales, selenio, hierro, zinc, magnesio y potasio. Su alto contenido en antioxidantes, especialmente vitamina E y ácidos grasos esenciales, le confiere propiedades cardioprotectoras y antienvejecimiento. También es una fuente de energía y contiene enzimas importantes para el metabolismo.

Luego están las semillas comestibles, los frutos secos y las verduras, donde entran tubérculos, hortalizas, etc. Incluso hay flores, raíces, tallos, plantas, hojas y hongos comestibles. Todos aportan lo suyo (en especial frutos secos y desecados, y las semillas y raíces comestibles, que contienen el nutrientes esenciales para la médula, los huesos y el cerebro), pero lo más importante siempre debe ser la fruta, las legumbres y los cereales integrales, además, altos en oligoelementos y micronutrientes esenciales. Y aunque existe la costumbre en muchos de ignorar las legumbres por los “gases”, hay que comprender que dicha reacción se debe a que las legumbres deben dejarse hidratar un mínimo de 12 horas antes de cocinar, y, al igual que todo alimento, debe masticarse entre 40 a 60 veces antes de tragarlo, ya que el estómago “no tiene dientes”. La digestión pasa por 3 secciones (boca, estómago e intestinos), la boca muele todo para dejarlo preparado para el estómago, al tiempo que “purifica” el alimento (la saliva es antiséptica), y en el estómago los jugos gástricos dejan el camino listo para la absorción de los últimos nutrientes por parte del intestino delgado. Lo que ahí no se haya descompuesto se pegará a las paredes del intestino grueso creando una capa que se irá ensanchando y endureciendo (una de las principales razones de la gordura en esa área, como de los “gases” y de los problemas de colon).

ACTIVIDAD FÍSICA

La sola alimentación e interacción con los elementos de la Madre Naturaleza no es suficiente para una buena salud y para la regeneración del cuerpo. Es importante el movimiento físico, los procesos metabólicos, sudar, fortalecer los músculos, estirar la fascia y las articulaciones, obligar al corazón y a los pulmones a dar más de sí mismos, y el movimiento estimula las hormonas y las células, y ayuda la respiración. La actividad física más simple y eficiente es caminar. Salir a caminar todos los días un mínimo de 30 minutos - hasta incluso un par de horas - cumple los requerimientos que el organismo necesita. Algo un poco más intenso - pero mejor - es nadar, correr o hacer yoga, y toda actividad debe ir acompañada de estiramientos, que ayudan a la resistencia, energización y oxigenación de la mayoría del sistema (en especial después de actividades físicas, lo cual evita sobrecargas y agujetas), y calentamientos, con movimientos rotatorios, para permitir que las articulaciones y músculos se energicen antes de una actividad, y no los tomes por sorpresa y puedas tener alguna lesión por hallarse aun “fríos”.

Aun mejores son actividades deportivas, artes marciales, danza, levantamiento de pesas, aerobic, o en sí cualquier tipo de movimiento aeróbico (aun los anaeróbicos se pueden complementar con buenos estiramientos). Si a estas actividades sumas masajes, aun mejor, para aliviar las cargas y tensiones que se acumulan en los nodos del cuerpo, además de estimular la irrigación sanguínea y la oxigenación.

Tips

·         Evita consumir cosas que se hallan a bajas temperaturas. Los órganos corporales funcionan a temperaturas que oscilan los 36,5 a 39ºC – dependiendo de la zona -, y bajarles la temperatura es entorpecer el pH y alterar la energía funcional con la que operan, dificultándoles hacer correctamente su trabajo.

·         Evita comer cosas congeladas. Al congelar algo, dicho alimento pierde la energía solar que la cargaba y sus nutrientes (como con el calor, la vida de un alimento muere a muy bajas temperaturas). Todo es energía, un alimento congelado es mera matera acumulativa, carece de nutrientes, solo va a rellenar materia en tu cuerpo.

·         Evita calentar cosas a altas temperaturas, ya que los alimentos siguen poseyendo vida, aunque no la veas al ojo desnudo (prueba mirar una fruta en un microscopio). Las moléculas y microorganismos presentes, que posteriormente trabajar cooperativamente dentro de tu cuerpo, morirán a temperaturas muy altas (salvo en el caso de legumbres y cereales), y las propiedades moleculares y químicas cambiarán. Un ejemplo es freír cosas, ya que el aceite mata lo que le pongas, y terminarás por ingerir materia inerte que acidifica tu organismo, o sea, daña su trabajo de flujo de energía. Aparte de esto, un aceite que se usa más de una vez se hace cancerígeno, es decir, va a envenenar e intoxicar las células. Otro ejemplo, aun más grave, es sobre cosas cocinadas en barbacoa - en especial carnes - donde se liberan hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAPs), aminas heterocíclicas (AHCs) y se produce carbonización, efectos todos los cuales pueden ser cancerígenos.

·         Evita utilizar microondas. Las ondas de microondas destruyen las moléculas debido a la alta potencia de la intensidad de onda que generan. Es por esa carga de ondas que es capaz de elevar la temperatura de un alimento (excita sus moléculas al grado de reventarlas y evaporarlas). Considera que las ondas de microondas son actualmente armas de uso militar, y usarlas para calentar un alimento es matar el alimento. Si por alguna razón no te queda más alternativa - de manera ocasional - trata de cubrir de agua aquello que vas a calentar, para que las ondas de alta frecuencia destruyan esa agua y no el alimento que has ingresado al aparato.

·         Lo que puedas ingerir crudo, ingiérelo crudo. Lo que sea indigesto crudo, prepáralo en agua hirviendo, al vapor o al horno - evitando que se queme - o incluso salteado.

·         No le quites la piel a la fruta - salvo que esta sea indigesta -, ni al hacer jugo (o zumo) le quites la pulpa, procurando, eso sí, hacerte tu mismo tus bebidas (porque los zumos y jugos que compras son envasados al calor, lo cual mata sus nutrientes (no es como te dirán, que es para "matar las bacterias", porque tu cuerpo tiene ya más bacterias que células y ellas solo son dañinas cuando tu sistema lo acidificas)). Cada parte de la fruta cumple una función, como lo hace la propia masticación de la fruta.

·         Procura cenar ligero, ahí entran las verduras, que sería bueno si procuras que sean crudas. El sueño será más ligero y no engordarás (además de que todas estas disciplinas irán liberando progresivamente todo lo que tu cuerpo no necesita y ha estado "atorado").

·         Si deseas eliminar grasa corporal (peso), sin intervenciones quirúrgicas ni drogas legales comerciales (fármacos) – que al final tienen efectos secundarios y hasta adversos -, practica el ayuno de vez en cuando, además de lo anteriormente recomendado. Si tu meta es severa y quieres resultados inmediatos (en pocas semanas), haz ayuno exclusivo de fruta por dos o más semanas – según tú determines y los resultados que desees conseguir -. En ese proceso de limitarte únicamente a consumir fruta, ésta limpiará todo tu tracto intestinal, desintoxicará tu organismo, te bajará de peso y, en el proceso, te mantendrá hidratado, vitaminizado y mineralizado. Lo único que has de comer de estrictamente fruta ha de ser entre la mañana y la tarde (no comerás nada por la noche, salvo que sea fruta no muy alta en glucosa y en función de tu propio tipo sanguíneo, edad, género y metabolismo). Puedes estar varias semanas usando este ayuno, hasta que te sientas satisfecho con los resultados, dependiendo de tu caso particular, pero si no estás acostumbrado a disciplinas de esta índole, comienza primero con una semana, y cuando te veas más confiado, prueba con dos semanas.