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LA GRAN PROMESA DE LA PROSPERIDAD (parte 1/3)

Actualizado: 6 abr 2023

EL DERECHO


por: Frederick Guttmann R.


1. EL DERECHO PRECEDE AL AUTOR


Todo Derecho procede de la autoría. Quien es autor de algo, tiene los Derechos sobre tal cosa. Quien detenta ese Derecho puede establecer las pautas de uso de dicha cosa, que es de donde viene la idea de normativas, directrices, ordenamientos o legislaciones. Este es el Derecho de Propiedad, la Iuris (derecho) sobre la Propiedad Intelectual. Cualquier cosa que emana de la Mente, tiene su Propiedad Intelectual en la propia Mente. Por tanto, sea que sean palabras, fabricaciones físicas, composiciones musicales, composición de imágenes o dibujos, obras literarias o incluso una coreografía, tienen un derecho de propiedad que detenta su Creador, el Autor. El único con Autoridad sobre su creación es el Autor, o aquel a quien él conceda un poder.


2. EL CREADOR DEL UNIVERSO


Es notorio que el universo tampoco puede ser una auto-creación, toda vez que las Leyes de la Termodinámica sostienen que toda cosa deriva de una energía igual o superior, y que la energía tiende a disiparse, salvo que haya un motor o fuente que la mantiene. El potencial del universo no puedo venir de la nada, o de algo inferior a la masa cósmica. Aún si hubiese provenido de otro universo a través de un agujero blanco, algo debió crear ese agujero blanco, mantenerlo y darle el poder, energía y ley que lo constituye y configura. De la misma forma, si el potencial de este universo vino de otro universo, de algún lado salió ese otro universo, y algo/alguien debió crearlo en ese otro universo antes de ser mandado a este universo. Sea cual sea la justificación, debe quedar claro que la nada no produce nada, no crea algo, porque no es nada, ni tiene nada. Demostrar a Dios no es mostrar la causa (Él) sino el efecto (su Creación). Él es la primera causa. La Ley dice que hay un Dios, y que si se duda de su existencia – según la Ley Común - hay que probarlo.



3. EL EVOLUCIONISMO BRINDA LA AUTORIA A LA CASUALIDAD


¿Por qué el satanismo creó la Teoría de la Evolución? Para eliminar a Yahveh como creador de las especies, y, por extensión, del hombre. La Teoría del Big bang, y otras teorías del Cientificismo, son empujadas por el mismo espíritu luciferiano que pretende eliminar al Creador-Padre de la ecuación. Si no hay un Creador, no hay un Autor, y si no hay un Autor, la Autoridad pasa a manos de otro.


4. LOS FALSOS ALIENS COMO CREADORES


La Primera Fase del proyecto Blue Beam pretende reemplazar el evolucionismo y el ateísmo, para pasar la Autoría del hombre a los “extraterrestres”. Lógicamente, tales extraterrestres no serían presentados como representantes o personificaciones del Creador-Padre, sino que se daría este mérito al Dragón, los del bando illuminati, y, por tanto, para no perder el poder, la autoridad se la darán esos supuestos creadores, los dragones. De esta manera, “todo poder y autoridad” del Dragón, como cita el libro de Apocalipsis, será otorgado al super-estado (la Bestia). Pretendiendo esta autoría/autoridad, y recibiendo este presunto poder, establecerán su propio sistema judicial, “pretendiendo cambiar los tiempos y la ley”, como le fue advertido al profeta Daniel.


5. EL HOMBRE NO FUE PRIMERO


Bajo ninguna circunstancia el hombre mortal puede asumir que sea el origen de la Creación, ni puede pretender haberse creado a sí mismo. Todo efecto ha de tener una causa igual o superior. Acorde a la Ley de la Bio-Génesis, toda cosa es producida por un principio superior o semejante. De esta manera, un tigre produce tigres, y una liebre produce liebres. El hombre sólo puede venir de otro hombre, o de una causa mayor. El hombre no es la causa, ni siquiera es de un estado-corporación, es Dios.


6. EL PADRE


En juridicidad se entiende que el que es Progenitor, por cuanto es anterior, y por cuanto es del que emana lo creado, es el autor y detenta la autoridad. Cuando un hijo se emancipa, exige su “autonomía” (autor propio) y establece su independencia (independiente, no vinculado), que es lo mismo que establecer tu propia soberanía, que definida se considera “constitución” (lo que se ha constituido como separado). El hombre se separó de “Dios”, y, por tanto, creó una nueva constitución, llamada Dualidad, cuyo autor es el ego. Yeshua (Jesús) habla del Creador como ‘Aba’ (Padre), pues hace un reconocimiento público sobre el autor y el legítimo Derecho. Mientras el hombre se reconoce como ‘hijo’ de Yahveh, tiene sus Derechos, cuya base es la Ley que constituyó el Autor sobre su propiedad: la Creación (vida, especies, animales, hombre, elementos, mundos, etc.). Lo creado es la firma del que ha creado, ahí radica su copyright (derechos de propiedad).


7. EL VICARIO DE VATICANO NO ES PAPA


Debes saber quién es tu padre, tu dios, que no es el estado. El Imperio Romano inventó un nuevo ‘padre’, llamado en latín ‘pater’ y ‘patri’, y en español ‘Papa’, de la palabra ‘papá’. El Pater es tu patria, pues patria es de pater. Tu clan es tu familia, cuyo patriarca es el Padre. La Iglesia Católica quitó al Padre y eliminó de las Sagradas Escrituras el nombre de Yahveh, sustituyéndolo por ‘Domine’ (señor), y luego al inglés por ‘Lord’ (señor), para así bajarle a un rango inferior a los dioses. Por eso ni siquiera le llamaron Deus o Dei (Dios), pues los señores son los soberanos que dominan (domine) sobre los mortales, pero están bajo los dioses. Si el Padre es Señor de todos los señores y dios de todos los dioses, en consecuencia, el Papa se hizo superior a todos los hombres, e incluso superior a Dios. La palabra anglosajona ‘God’ (Dios) vendría del sánscrito ‘Hu’, que significa convocar, invocar o implorar, el invocado (un autorizado a recurrir). God es creador, autor y soberano, y por ello incluso los jueces son llamados con títulos que son de Dios, como en el antiguo Israel, como si fuesen dioses. Esto es porque ningún hombre puede juzgar a otro hombre, pero sí un dios. El lema original de EE.UU. era ‘E Pleribus Unum’ (uno de muchos, uno de muchas partes, o de muchos somos uno). Esto recuerda al concepto de Elohim, de la mente de Cristo como conciencia universal, a la raza de los dioses (Elohim). Puede ser análogo con el hecho de que así llamasen a los jueces de Israel, como la frase, “ani amarti elohim atem” (yo dije, vosotros sois dioses), considerando que Yahveh es dios de dioses, o el Uno sobre todas las conciencias unificadas.


8. LOS ESTADOS PRETENDEN SER TU PADRE


Los gobiernos tratan de evitar a Dios, por lo mismo no quieren que la humanidad sepa sobre la verdad extraterrestre, así siguen estando en el poder. La “supremacía” de los “magistrados”, Vaticano y la corona quedarían invalidados por la ley divina, porque todos somos iguales. Yeshua dijo que Dios es nuestro padre, empero, tu país no es tu padre, ni el obispo de Roma es el padre de nadie. Es más, ninguno de ellos tiene hijos biológicos (ninguno de la curia tiene hijos). Una patria-estado no tiene hijos, porque no tiene órganos, ni alma, ni vida. No puede re-producir salvo lo que es propio de sí mismo. Como los estados-naciones son corporaciones, sólo pueden crear corporaciones, no seres vivos. Una corporación es un constructo artificial creado por el hombre, y una creación no puede dominar sobre su creador. El lema, ‘in God we trust’, se refiere a que en el Estado-corp la gente es tomada como fideicomisos. La ‘G’ de God es asimismo de ‘gentiles’ (gente), y de knowledge (conocimiento), del griego Gnosis. Empero, tu declaras a quien reconoces como tu patria, si a Yahveh o al país donde naciste.


9. EL PODER DEL REY


La palabra 'rei' en japonés significa “del creador”. Del sonido rey viene Regis (regir). El rey es un soberano que gobierna a un pueblo y exige de ellos tributo a cambio de protección. Cristo es el rey de Dios, y el falso es rey (y reyes) del falso dios, el estado, Vaticano. El rey tiene sucesores de su descendencia y establece la ley para el pueblo, la ‘lex rex’ o ‘legis regis’, de donde viene la “legislación para regir”. Yahveh se presentó como ‘Eloah Elohim’ (Dios de dioses), ‘Melej Meljim’ (rey de reyes) y ‘Adon Adonim’ (señor de señores), lo cual lo hace - por extensión - ‘Juez’. Estos títulos dan derecho de gobierno y de establecer y ejecutar la Ley, así como de exigir bienes (tierras, usufructo, ganado, soldados, esposas, siervos, recursos y mano de obra).


10. ALIANZA ENTRE EL DIOS EL HOMBRE


En cierto momento de nuestra historia antigua apareció Yahveh y estableció varias Alianzas con ciertos patriarcas. Estos Pactos consistían en el cumplimiento de unas órdenes a cambio de ciertos derechos (tu creador te da los derechos, el estado sólo te puede dar privilegios). Con Adam y Javah fue la Vida Inmortal en el Paraíso siempre y cuando no se acercasen ni tocasen el Árbol ‘Bien y Mal’; con Noaj fue heredar la Tierra, siempre y cuando se abstuviesen del asesinato; con Abraham fue tener una incontable descendencia y prosperidad, a cambio de que él y su descendencia le servirían; con Mosheh fueron los 10 mandamientos y las ordenanzas que se desprendían de estos, y a cambio los hizo Hombres Libres y vivirían en su Propia Tierra, y en Seguridad, tendrían Prosperidad, y avanzarían hacia la Inmortalidad; con Yeshua fue seguir la conciencia y la Ley del Amor, no olvidando la base y simbolismo de la Ley ya dada; a cambio de dejar de seguir sufriendo en el mundo y sin la luz del Espíritu, recibiendo asimismo la ayuda en la aceleración hacia el camino a la Inmortalidad y la Perfección.


11. CONTRATOS FIRMADOS CON SANGRE Y DINERO


Estas alianzas fueron Contratos, promesas (pacto) firmadas con sangre: sacrificios de animales. La sangre es la vida del cuerpo, tiene la existencia del alma en ella y todos los códigos de lo que es el hombre y el universo, y es el puente con el mundo del espíritu. Se legitimó esta Alianza-Pacto entre el hombre y su dios a través del cumplimiento de una ley establecida por el Creador, y validando la Implicación y Compromiso con una prueba de Convenio: Bienes. Esta Implicación y muestra de Compromiso la mostraban dando un Tributo basado en la Propiedad: de lo que es tuyo. La Propiedad es lo que es Propio del Ser, lo que le representa como Hombre. Esta Propiedad es aquello que es Suyo, sea el Bien (bienes) de su Cuerpo (el vehículo que Posee su alma), de lo que él se ha hecho Propio (tierras) o de lo que él ha construido (bienes: ganado, producto de la tierra) o el usufructo resultante en el intercambio comercial y en negocios (pieles, especias, animales, recursos minerales, etc.), que se simplificó en Moneda (dinero). Para mostrar un compromiso muchos casaban a sus hijos e hijas, legitimando la alianza (cruces de “sangre”) y dando una dote (bienes, propiedad, dinero).


12. EL BAUTISMO


Todo Convenio requiere una prueba de compromiso. Por eso sacrificaban animales, daban tributo y hasta circuncidaban a su gente, mediando nuevamente la sangre que caía a tierra. Pero para no representar más la muerte (derramamiento de sangre) sino la Vida, la implicación se simbolizó con el sumergimiento, primero en agua, luego en aire (espíritu) y en fuego (Despertar de la Conciencia). Así quedó atrás el “bautismo en la tierra” (la necesidad de la reencarnación, morir, perder la vida, el ser la sangre sumergida en el suelo). El bautismo en agua es la Iniciación; el bautismo en viento-espíritu es la Vida Espiritual; el bautismo en fuego es la Iluminación del ser. El uno no es posible sin el otro previo, y estos todos son necesarios para el bautismo en la Luz: la Inmortalidad. La Iniciación es sólo un paso, el Estilo de Vida, lo es todo. Esto es Guardar, Observar o Cumplir, y la guía de referencia es la Ley.


13. LA EXISTENCIA


La vida del hombre está inmersa en todo tipo de vicisitudes, complejidades y desaciertos. Pareciera que pocas veces “la vida nos sonríe” o que “el universo conspirase a nuestro favor”. Si bien, cuando el ser humano no conoce las leyes cósmicas, es evidente que se golpeará mil y un veces contra el muro de la realidad. Podemos leer en los evangelios que en medio del ministerio de Yeshua, “vino a él un Sabio y le dijo: ‘Adón, te seguiré en todo lugar que vayas’. Y le respondió Yeshúa: ‘Para las zorras hay cuevas y para las aves nidos, pero para el Hijo del Hombre, el hijo de la virgen, no hay un lugar donde entrar su cabeza’.” (Mateo 8:19-20, Baal Shem Tov) Yeshua deja claro a este sabio hombre que si decide elegir este camino debe comprender que perderá la estabilidad que hasta entonces ha tenido. El que se dedica a servir a la luz (una forma de sacerdocio) dependerá de la ley de Dios, no la de los hombres. El hombre es heredero de la Tierra, nuestro planeta, nuestra morada. A donde decidiéramos ir podíamos elegir un lugar y residir ahí. La permanencia en un sitio determinaba que esa era nuestra vivienda, y nadie podía entrar o tomar nada de ahí, que no fuera por autorización nuestra.


Durante siglos los oligarcas han ido invadiendo tierras y declarándolas como suyas. Incluso corporaciones y magnates se creen con autoridad de poseer tierras y recursos naturales, o poder de patentar la vida. Así es como hoy día en la mayoría de lugares donde se aglomeran las gentes te encuentras que no tienes una tierra donde ir a morar. A pesar de pertenecer a la Madre Naturaleza, “alguien” te dirá que tienes que pagar por aquel espacio, y aunque lo compres, deberás seguir pagando "impuestos" por ello. Un presunto “alguien” te dirá que eso le pertenece, aunque ese “alguien” es un constructo imaginado llamado “estado”. Cuando el pueblo de Israel entró a Canaán, ellos iban a poseer una tierra que era legítimamente suya, como consta en el libro de Jubileos (capítulos 7, 8 y 9). Aun así, Abraham previamente había comprado ya a los moradores del sitio una extensión de tierra, para que hubiese una validación “actual” de la toma de una zona, con testimonio. Yahveh le dijo al pueblo de Israel que les daría una tierra donde fluiría la leche y la miel, donde sembrarían y recogerían en paz, donde se multiplicarían tranquilamente, y que sólo debían seguir sus lineamientos. De esta forma, cuando el pueblo de Israel entró a la “tierra prometida”, se la repartieron equitativamente. Por ende, nadie tuvo que comprar tierras, y la base del Derecho estaba ahí, constaba en la Propiedad. Como no debían estar sujetos a nadie, tampoco tenían que pagar una renta. Mientras todo se hiciese correctamente, así debía permanecer todo, y todos prosperarían según el esfuerzo y dedicación a sus propias tierras.


14. LA PROPIEDAD


Hoy día son pocos los que pueden tener tierras propias, pocos los que las pueden cultivar, pocos los que no se ven obligados con un presunto “dueño” o con el constructo llamado “estado”, pocos los que alcanzan la libertad financiera. Ese llamado “estado” te pide dinero por tu propia tierra - lo cual es robo, chantaje y coacción -, un dueño te pide dinero por residir en una vivienda que él compró y/o construyó - y de la que sigue pagando hipoteca e impuestos -. Si decides tomar recursos naturales, muchos de ellos, y en muchas partes, aunque sean de tus tierras te los pretenderán cobrar, como si fuesen de ellos, de otros, que no es la Madre Naturaleza. La Madre Tierra jamás te cobrará por tomar de sus recursos, te bendecirá y prosperará mientras no dañes el ecosistema y respetes la vida de sus especies, en tanto no abuses. Mas esta situación cada vez más ha llevado a la humanidad a la esclavitud. Pocos son los que pueden ser verdaderamente libres en su planeta natal, sin deberle servicios y/u obligaciones a otros.


Si a esto sumamos comodidades que cada vez hacen parecer que sin ellas la vida ya no sería feliz o placentera, nos vemos teniendo que cumplir con cuotas permanentes para enriquecer a otros. Queremos disponer de agua, pero, ¿dónde están las fuentes de agua para que podamos disponer de ellas? En muchos lugares las fuentes de agua están bajo un monopolio, bajo control de terratenientes, empresas o el “estado”. Ellos se adueñan de un mineral que es de todos y te ves obligado a tener que pagarles para que te den de él. En parte te facilitan que no tengas que ir permanentemente a buscar el agua, cargarlo y almacenarlo. Visto de determinada manera, ya que te ofrecen un servicio podríamos ver aquí un intercambio comercial hasta cierto modo “justo”. Lo discutible sería que te cobren una cantidad de dinero por simplemente permitir que el agua fluya por una tubería que ya está instalada, y un recurso que ya pasa por todo un sistema de acueducto. Entonces consentimos la estafa porque en realidad es más cómodo.


15. SERVICIOS Y COSTOS


La electricidad es un recurso del que parece que no podemos desprendernos. En realidad, es una comodidad que facilita muchas cosas, pero que podríamos crear nosotros mismos. Esencialmente tendríamos que fabricar o comprar la tecnología para crear, almacenar y distribuir energía. Esto es más fácil si tenemos un espacio para ello, aunque en muchos países los estados pretenderán incluso combrarnos por hacer uso de esto, como si debiese pagar un peaje por el uso de la energía, cuando el universo es energía y da energía libre. Absurdo, pero ocurre, porque la mayoría de la sociedad suele consentir en este tipo de estafas. ¿Y la telefonía móvil? Ciertamente es un servicio muy útil, y que puede que sólo algunos técnicos sabrían cómo utilizar sin pagar a una empresa facilitadora de este servicio. Luego tenemos la ropa, que debiendo saber fabricarla nosotros mismos, pagamos a otros para que nos la den ya diseñada, en parte para que tenga el estampado de otro. Este es otro ejemplo de la dependencia social, porque hasta el jabón, la crema dental o el champú son cosas que podríamos fabricar nosotros mismos, e incluso con materias ecológicas y orgánicas.



La parte más importante de toda esta clarificación es la alimentación. El agua para beber, los alimentos y los demás elementos que acompañan la preparación de la comida son un costo que en la antigüedad manejaban las propias personas. Nosotros mismos sembrábamos, recogíamos y almacenábamos nuestra comida. Realizábamos comercio, trueque, cambiando lo que nos sobraba por dinero o por recursos que nosotros no fabricásemos, de modo que cubríamos nuestras necesidades. El hombre moderno, en la mayoría del mundo, debe conseguir dinero para conseguir comida, en vez de, directamente, conseguir la comida. Ahorrando tiempo, recursos y energía, podría fabricar su propio alimento, ya que, a fin de cuentas, toma tiempo y energía conseguir dinero, y ese dinero lo va a gastar en comprar comida. El problema entonces es la dependencia y la comodidad, toda vez que, en la mayoría de los casos, nuestra sociedad quiere comodidades y no le importa esclavizarse y ser siervo de otros para lograrlas. En efecto, dadas las circunstancias, pocos tienen un espacio donde cultivar, y aunque lo tuviesen, pocos pueden dedicar tiempo a sus cultivos sin descuidar otras maneras de lograr ganancias monetarias, puesto que aún si creas tu propio alimento, debes pagar por otros servicios que se te facilitan, sea teléfono, agua, luz, renta o transporte.


Entonces tiene sentido cuando Yeshua dice que “el hombre no tiene ni dónde recostar su cabeza”. En esos tiempos podías unirte a una travesía en las rutas comerciales. Sencillamente caminaban durante semanas o meses, mas esa hoy día sería tomada más como una forma de vida, ya que tendrías que renunciar a muchas otras comodidades que la mayoría desean adquirir. ¿Dónde ves un chófer de autobús que te acepte un manojo de mazorcas de maíz a cambio de llevarte? Si produces maíz tendrás que desplazarte a un punto comercial y venderlo, y con lo que has ganado pagarte el transporte. Al final casi todo se remite al dinero. En el antiguo Israel, cuando las personas debían realizar sacrificio en otra ciudad, no cargaban con sus animales. Los vendían, y con el dinero en su alforja iban a la ciudad donde iban a realizar el sacrificio y ahí volvían y compraban el animal correspondiente para sacrificarlo. Era más práctico. En definitiva, la experiencia de vida se remonta a tiempo y energía que se invierte en la producción de bienes, sea esenciales o no. Un tiempo atrás ibas caminando y recogías lo que producía la Madre Naturaleza. Entre raíces, hongos, frutos, flores, hierbas, hortalizas, legumbres y tubérculos tenían abastecimiento. La búsqueda de estos recursos ya era toda una aventura, que normalmente la hacías en familia.


Pasa que las poblaciones crecen, y no en todas partes se dan estos productos, o al menos no todos los indispensables para la subsistencia. El consumo de calorías de un adulto no se completa con fresas y arándanos. No en todos los meses del año hay producción de alimento, ni lluvia. Entonces la estrategia fue la producción de cereales, que mientras no se vea amenazada por el clima o los animales, se puede recoger y almacenar para los meses de no producción. Para eso requieres cierto espacio, tierras. Cuando el consumo de calorías era mayor, y más población crecía, ya no era tan fácil ser recolector. Entonces empezó la caza, la pesca, hacer trampas para capturar presas. La carne se podía secar y saciaba más que la fruta, aunque no fuese compatible con nuestro organismo (al final se acostumbraba y servía para sobrevivir).


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